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miércoles, 29 de octubre de 2008

CD ZAFRA - Badajoz

No hay mejor forma de pasar una calurosa mañana de domingo viendo a tu equipo. Aunque sea un aburrido partido de Tercera en un campo con no más de 200 aficionados, aunque la debacle económica se cierna sobre el club, aunque los tiempos que corran para el fútbol en nuestro pueblo puedan ser los peores de los últimos años. Qué más da. Estar con tu grupo y ver salir al césped a nuestro Díter Zafra lo compensa todo. Y si juega contra el Badajoz, más aún. Porque entonces, además de algo de vidilla en las gradas, también tienes unas risas aseguradas, por ejemplo, las proporcionadas por los amantes de las bombers tallas XS que cortan hasta la circulación. Viendo que era el descojone general del personal por no poder ni cerrar los brazos, y ante los gritos de ¡ridículo!, el especimen decidió que era hora de respirar un poco y cambió su mini bomber por la rojigualda, pasando de strinjer a Capitán España.
Este personaje venía en el bus de la Curva 1905 e Infierno Pacense, que vienen a ser lo mismo. Grata sorpresa su presencia en nuestro pueblo, tras su ausencia la temporada anterior y nuestro viaje de cinco tíos a su estadio.
A ver si para la próxima temporada nuestro club aprende del rival del domingo y realiza una rebaja importante en los precios de los abonos y una buena campaña por el pueblo, porque en el Nuevo Estadio sólo se ve cemento. Acudimos al estadio, como siempre, con poco tiempo de antelación. Una vez dentro, recibimos a nuestro equipo con estandartes y banderas y comenzamos a dejarnos la voz. Buena animación por parte de los dos grupos, con algunos momentos de impresión, aunque el partido no daba para más. Antes del descanso, se produce un pequeño rifi-rafe en la zona de los seguidores pacenses con algunos miembros de nuestro grupo, a lo que el resto responde abandonando la grada y recorriendo todo el campo para saludar a nuestros ‘amigos’ que, como nosotros, son controlados por tan sólo dos guardias civiles. Ante el poco interés de los visitantes por moverse y las amenazas de multas hacia nosotros por parte de gente del club y los de verde, decidimos volver detrás de la pancarta, que no abandonamos en el descanso por no volvernos a jugar marrones, tal y como nos habían advertido los de verde. Pese a ello, algunos acuden al bar, donde se encuentra parte del grupo visitante, produciéndose nada más que algún intercambio de insultos.
La segunda parte el Díter Zafra dominó el juego, con el empuje de nuestro grupo que apenas paró. Enfrente estaba uno de los gallitos de la Liga, el Badajoz, aunque no lo pareciera por sus seguidores, más propios de un partido de la selección española, con el famoso ‘Que viva españa’ de Manolo Escobar como canción predilecta, amén de acordarse más de sus amigos de Mérida y Cáceres que de apoyar a su equipo. Mención aparte merece el señor que anima al jugador negro de su equipo con la bandera sureña en la mano…
Entre los dos grupos no hubo ni un solo cántico que faltara al respeto al equipo o ciudad rival, y es que jamás ha existido rivalidad alguna entre Badajoz y Zafra. Aunque los lumbreras se acordaron de nuestros vicios y virtudes entonando eso de ‘Segedanos, yonquis y gitanos’. ¡Como si eso nos ofendiera! Ante su asombro, continuamos el cántico, retumbando en todo el campo. Más originalidad, por favor.
Se acercaba el final, nuestro equipo empujaba y sólo se escuchaba nuestra voz. Empate sin goles que nos deja un buen sabor de boca, teniendo en cuenta la situación del equipo.
Para terminar con la sorna general, conversación de besugos con la Guardia Civil en la que son ellos los que nos preguntan qué tenemos pensado hacer y nos piden (amenazan) que nada de problemas. Por supuesto que decimos que sí… y por supuesto que hacemos lo que nos sale de los cojones. Esperamos en la puerta del autobús rival, que en ningún momento se toca. Los cinco o seis guardias civiles retienen a los visitantes dentro del campo y los sacan directamente al bus. Esperamos a unos metros, sin lanzar nada, y esperando la posibilidad de enfrentarnos. Un par de amagos de ambos grupos, y ese especimen que va con bomber a 35º lanza una piedra, a lo que lógicamente respondemos. El figura este corre y se refugia con los que quedan fuera del bus (algunos, inexplicablemente, ya están arriba realizando la gran hazaña de hacernos cortes de manga. La Guardia Civil saca las porras y carga contra nosotros, sin que los visitantes se muevan del bus, retrocedemos unos metros y volvemos a plantarnos. Todavía no había terminado el show, aún quedaba la frase del día por parte de uno de verde: “Sé de quién eres, ya te llegará la multa”.
Aish… Extremadura is diferent.
Enhorabuena a los pacenses por su desplazamiento, que cerró para nosotros dos semanas inolvidables, con la visita de los otros tres grupos extremeños a nuestro campo. Buena señal para nosotros, que sin ser ultras, hooligans, hinchas, peñistas… sin ser nada de nada, y perteneciendo a un pueblo con una diferencia de habitantes con, por ejemplo, Badajoz, de 130.000, somos considerados un estadio y una localidad que visitar.
Ánimo a todos para que todas las circunstancias adversas no puedan acabar con nosotros en esta temporada de nuestro aniversario.
10 AÑOS EN EL FRENTE… Y LOS QUE QUEDAN